Jóvenes investigadores se introducen en la madrugada del Agosto del 2005 para investigar el interior de una vieja casona abandonada. Sin darse cuenta, son testigos presenciales en un solo segundo de un inquietante rostro femenino que aparece reflejado en la grabación y que parece pertenecer a una mujer joven, antigua dueña del caserón según los rumores.